Después de una largo viaje con la desidia y la flojera como compañeras, recibí con sólo un abrazo -que yo di, debo reconocerlo- y una conversación por msn, para que me nacieran unas ganas incontenibles de regresar a mi blog.
Debo reconocer -y usando los términos de ella- que eso de sentirme reflejado y poder a la vez aprender de mi es algo que me ha ayudado en demasía a superar ciertos percances.
Lamento que la situación de esta persona sea de transición, todas son dolorosas, pero se debe tener en cuenta que la vida está hecha de transiciones y de que es bueno superarlas, ya que uno siempre aprende cosas nuevas.
Lo que escribiré después, será con el fin de poder saciar mis ganas irrefrenables de escribir libremente sobre algunos temas que si bien no pueden importar a muchos, para mi han quedado en mi historia.
Ojalá que en mi nueva experiencia literaria me vaya mejor que antes, cuando nadie posteaba.
Gracias "mi niña" por devolverme las ganas de escribir nuevamente.
"Otro abrazo".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario