viernes, enero 20, 2006

Corto de ideas


Debo admitir que una de las cosas que más odio en la vida es quedrame sin ideas. En este momento soy una víctima de este lapsus de creatividad cero, por lo que me incliné a escribir.
Creo sin duda que la seman pasada fue la más tensa para todos: Abrimos los brazos a una mujer para que gobierne los destinos de un país, bajo un concepto de política con una mirada distinta, un Chile con ojos de mujer.
Me llamó la atención la increíble maquinaria publicitaria que se desprendió a través de los medios. La técnica del vagón de la victoria hizo creer a muchos que el cambio venía, no de sexo sino de coalición imperante.
Quedaron en descrédito los análisis políticos de muchos, esos que aventuraban una elección estrecha, que Bachelet perdería en segunda vuelta o que ganaría casi en fallo fotográfico.
se demostró que la unión hace la fuerza, pero esa unión no es la demócrata independiente ni las lianzas. Firmemente estoy convencido que la calidad humana y la credibilidad marcó la diferencia.
Ahora viene las oposiciones constructivas, aquellas que se abstienen de votaciones importantes, que se organizan para votar por un sólo candidato lo que finalmente, según ellos cuentan no sucede.
Qué más se puede esperar de esta política....
Personalmente me encantaría, descansar un par de días alejado de todo y de todos mis problemas. Aunque siempre los he enfrentado, siento que me han avejentado.
Bueno alguien escribió por ahí "La vida es sueño". No explicó qué tipo de sueño, pero centrado en las líneas no me queda más que soñarla y vivirla.
Es un sueño...

2 comentarios:

David Muñoz dijo...

Me siento tambièn corto de ideas. La máquina me ha sobrepasado. He escrito mucho en el último tiempo. Pero generalmente, historias que no son mías, procesos de otros protagonistas reales, que succionan mi mente y atrofian mis dedos llenándolos de lugares comunes y mañas periodísticas. Necesito descansar, sumergirme en el remojo, depurar mi mente, y abrir paso a historias más personales, y a procesos mentales muchos más íntimos. Añoro días de libertad creativa, y tiempo para entregarme al devenir de mi pluma desgastada.

Anónimo dijo...

Les cuento que yo no mucho. Para no extrañar a mi familia, mi ciudad y mi país (ups, cosquillas en la guata al decir eso) inventé una vida pasada: un escritor de cuentos infantiles que era alcohólico. Entrete ah?.
Vamos... no le tengemos miedo a las bobadas. aveces son màs entretenidas que las cosas tan sesudas.
Muchos besos.