Hoy al despertar decidí, producto de la carga de trabajo y cosas que dan vuelta por mi mente, que no lloraré más: -Aunque me digan insensible: no lloraré más. -Aunque vea gente sufriendo: no lloraré más. -Por muy fuerte que sea el golpe que me de o me den: no lloraré más. -Aunque me dejen de amar: no lloraré más. -"Frío, indolente": no lloraré más. -Aunque me rete mi jefa en la pega: no lloraré más. -Por mucho cariño que le tenga a alguien: no lloraré más. -Porque me quede sólo en la vida: no lloraré más. -Aunque muera un ser querido: no lloraré más. -Porque otra persona llore delante mío: no lloraré más. -Porque ella ya no está: no lloraré más. Ella ya no está. Sólo me basta eso para decidir que ya no lloraré más, porque en este mundo, donde nos dejamos caer fácil por la mentira, tus lágrimas no convencen a nadie y eres un llorón. Muchas veces son fingidas, irreales, de ficción, no más lágrimas, nunca más. Mis ojos se han secado.... Perdonen si herí a alguién. Sólo no quiero llorar más |
jueves, septiembre 29, 2005
Ya no lloraré más
domingo, septiembre 25, 2005
Día soleado
Hoy es un día soleado en la ciudad. tengo que caminar a prisa, ya que me esperan en el trabajo. Mientras avanzo siento que el calor me está afectando, mis pasos cada vez son más lentos, mis pantalones los siento pegados a las piernas, mis zapatos qué decir.
Apuro el paso ya que necesito llegar luego, observo que a la distancia vien una familia en mi dirección, uno de ellos desde lejos me observa, como si me quisiera decir algo, camino más rápido, me siento observado.
Al pasar a un costado esta persona se acerca y me dice: "Caballero no tiene una moneda que me de", le respondo que no sin parar. Se marchan y al llegar a mi trabajo me siento a pensar, "Cómo debe ser para ellos la vida, sobre todo un día como hoy".
Al parecer los días soleados sacan a relucir la poca costumbre que tenemos al sol después de un largo invierno. Aún veo a personas en la calle con chaquetas o parcas, todas colgando bajo los brazos, ya que cuando salimos de nuestras casas el cielo valdiviano estaba nublado.
Claramente en Valdivia el sol juega con nosotros, se ríe de nuestra poca experiencia, con unos pocos rayos sobre la ciudad es capaz de alborotar nuestro termostáto y ser víctimas del resfrío.
Sol mal intencionado, te ríes de los habitantes de esta ciudad, por qué no te decides a salir y quedarte fijo durante toda la tarde. Algo que ni siquiera haces en el verano. Creo que es hora que te definas...
Apuro el paso ya que necesito llegar luego, observo que a la distancia vien una familia en mi dirección, uno de ellos desde lejos me observa, como si me quisiera decir algo, camino más rápido, me siento observado.
Al pasar a un costado esta persona se acerca y me dice: "Caballero no tiene una moneda que me de", le respondo que no sin parar. Se marchan y al llegar a mi trabajo me siento a pensar, "Cómo debe ser para ellos la vida, sobre todo un día como hoy".
Al parecer los días soleados sacan a relucir la poca costumbre que tenemos al sol después de un largo invierno. Aún veo a personas en la calle con chaquetas o parcas, todas colgando bajo los brazos, ya que cuando salimos de nuestras casas el cielo valdiviano estaba nublado.
Claramente en Valdivia el sol juega con nosotros, se ríe de nuestra poca experiencia, con unos pocos rayos sobre la ciudad es capaz de alborotar nuestro termostáto y ser víctimas del resfrío.
Sol mal intencionado, te ríes de los habitantes de esta ciudad, por qué no te decides a salir y quedarte fijo durante toda la tarde. Algo que ni siquiera haces en el verano. Creo que es hora que te definas...
Bienvenida
Qué tal amigos. Les cuento que el nombre de mi blog refiere a que me olvide del nombre de usuario anterior, por lo que lo perdí. Espero que éste no se me olvide, para que así trabajemos juntos en un blog entretenido y dinámico.
Ojalá les guste y que sea el definitivo.
Alejandro
Ojalá les guste y que sea el definitivo.
Alejandro
Suscribirse a:
Entradas (Atom)