martes, enero 09, 2007

Fin de una etapa comienzo de otra, obvio.


Puedo definir mi aventura por la prensa escrita como algo que me ha traído momentos de dulce y agraz, pero aún así me siento apasionado por esta alternativa del periodismo que me ha permitido crecer en todos los sentidos.
Hoy lunes terminan 17 meses de trabajo ininterrumpido e un medio de comunicación local, podrán decir que es malo, que sirve solamente para envolver pescado y darle vida a un rico asado, ya que provee de lo esencial para eso, el fuego.
Aprendí a conocer a todo tipo de personas, algunas con las cuales he forjado muy buenas amistades, aquellas de secretismos y bromas en doble sentido y muy fuertes, pero que se perdonan porque los considero amigos.
extrañaré el mundo del diario, su vértigo y su ambiente, en poco tiempo me he sentido tan pleno en un lugar, mejor dicho en un oficio. Una vez me preguntaron si quería ayudar a la comunidad, yo respondí que lo estaba haciendo, ya que el periodismo es una herramienta potente.
Llaménme periodista apasionado, alborotado como niño con juguete nuevo, periodista utópico, pero entiendan que yo elegí esta carrera porque me gustaba por sobre todas las cosas. No me imagino en otra cosa.
Ahora corren rumores acerca de mi futuro profesional, pero prefiero tomarlos como son: rumores. Acuérdense que en la puerta del horno se quema el pan, y yo no quiero que éste se queme ni se añeje.