sábado, diciembre 30, 2006

Hora de balances y dar las gracias


Admito que, próximo a que 2006 expire, me vienen a la mente los mismos pensamientos que mi madre: "ojalá que este año tan maldito se vaya luego".
Han pasado tres meses desde que la vida de todos en la familia tuvo un abrupto revés, primero fue mi padre el que pasó a mejor vida el día de mi cumpleaños, después la separación de mi hermana. Este último acontecimiento fue lo que más me ha golpeado, ya que me di cuenta que se cumplía lo que mi padre dijo una vez que nos causó tanta risa -producto de la rabia y unas copas de más- que "cuando el gato sale los ratones hacen fiesta".
Esto no fue una fiesta por parte de nosotros sino que nos dimos cuenta como nuestro núcleo familiar estaba siendo acechado constantemente por las mentiras, generando una crisis tan grande que me trajo más de un dolor de cabeza, una que otra lágrima (sí, lloro cuando nadie me ve, por lo menos trato de hacerlo así) y una borrachera donde pude vomitar, junto al alcohol en el cuerpo, toda esa ponzoña que tenía acumulada en mi interior.
Si ustedes preguntan si me gusto que haya sido así de seguidos los problemas, debo reconocer que sí, mejor que lleguen todos los problemas de una y no por separado, ya que nos hicimos más fuertes y seguimos haciéndolo y no pararemos de hacerlo, ya que tuvimos un excelente guía que nos enseñó a ser una familia unida. Te recuerdo todos los días y siempre lo haré papá.
Dejando lo trágico de lado, agradezco profundamente a mis amigos que estuvieron conmigo físicamente y en pensamientos, no caben palabras en este blog para darles las gracias y poner los nombres sería demasiado comprometedor, ya que puedo olvidarme de alguno sin querer.
Para 2007 me gustaría que la unidad familiar se mantenga, encontrar nuevas y mejores proyecciones laborales y terminar de una vez por todas la tesis, esta vez lo haré. Pero por sobre todo me gustaría que mi madre y hermana vuelvan a ver la vida con alegría (cada una por sus respectivos problemas) ya que han llorado en demasía.
Padre si lees este blog de una forma u otra, sólo te pido que cuides a mi madre, hermanos y tus nietos, por mi no te preocupes ya que son ellos los que me alegran la vida y me dan ganas de seguir avanzando.
Feliz año nuevo para todos los que leen este blog.

jueves, diciembre 07, 2006

Árbol que nace torcido, 45 minutos y 35 kilómetros: títulos diferentes, el mismo cuento.


Fueron los 45 minutos más largos para Jessica, mi mamá y yo. Tiempo suficiente para ver a contraluz ocasionado por la luna y el tablero del vehículo como el semblante, que hace cuatro años sonreía por casarse hoy estaba demacrado.
45 minutos fueron suficientes para sellar con la entrega de sus cosas de cuatro años de matrimonio y dos hijas. Debo reconocer que jamás pensamos que 2006 estaría tan cargado de eventos desafortunados, la muerte de mi padre y la separación de mi hermana. Pero ahí estaba la Jessica inmutable al volante, conforme al saber que no pudo contra una genética claramente retorcida, de cómo un padrastro engañaba a su esposa con su hijastra, de cómo ese engaño resultaba quien ahora dice ser hermano de Ricardo (este último mi ex cuñado y ex compadre).
Admito papá que si tú estuvieras tendrías la palabra justa, o sabrías claramente que hacer, pero hoy no estás y se nota. Según la mamá sabías lo que pasaba, que la Jessica jamás iba a ser feliz con ese hombre y que los coletazos de esta ruptura no sólo afectarían a la Yessica sino también a Mauricio (mi otro hermano).
La luna llena grande y luminosa, cual gran foco, nos acompañaba en ese añoso y oscuro camino. Admito que por más que miraba a la Yessica, notaba que se pasaba -en momentos- las manos por sus ojos como evitando las lágrimas, pero la poca luz no me permitía verlo con claridad, tras mi asiento mi madre miraba por la ventana el manto de estrellas en el cielo, pensando en una respuesta lógica a todo lo ilógico de este asunto.
Aún recuerdo aquel día que te casabas por la iglesia, llegaste a la casa con una capa de maquillaje, sin mover los labios, pero con una evidente sonrisa. Hoy veo como el paso de los años, tus dos hijas (Daniela y Camila a quienes adoro) y de un marido que te robo el aliento y la ilusión te ha pasado la cuenta, te ves agotada, más desgastada. Te pasó la cuenta tratar de luchar contra la maldita genética. Recuerda que árbol que nace torcido jamás se endereza.
De todo esto, me da rabia el pensar en la mujer que capturó la atención de mi cuñado fue mi vecina, mas me duele pensar que ella estuvo en mi casa participando en asados -junto a Ricardo te reías de mi hermana y a la vez de todos- tratando de aparentar lo sufrida que eres al tener un hijo soltera, que para ser sinceros no sabemos quién diablos es el padre y no me alejo de la realidad si sostengo que ni ella lo sabe.
Nunca les perdonaré su falta de criterio y sobre todo de respeto con la familia, llevamos toda una vida de vecinos y aún así no dudaste -dudaron los dos- de cagar a mi hermana, aún en momentos que todos llorábamos por la pérdida de nuestro amado papá, cuando tu señora necesitaba del marido que juró amar y proteger, pero por sobre todo serle fiel (palabra que no conoce, estoy seguro). Ahora quédate con la vecina, dale el apellido a ese otro niño inocente -nacido no sé en que parada de tu camión- que tiene menos de un año. Total tus otras mujeres te pueden ayudar con tus camiones y micros.
Fueron los 35 kilómetros, y a la vez los 45 minutos, más largos de la vida de la Jessica, los más dolorosos, más silenciosos y de seguro los más tortuosos, fueron 35 kilómetros de desilusión y todo por querer enderezar un árbol que venía torcido y que como versa el refrán jamás se enderezó, ni lo hará.

sábado, diciembre 02, 2006

Y aquí estamos de nuevo


Después de un largo receso a mi blog, debido a que la muerte de mi amado padre me dejó sin ganas de escribir, he decidido regresar y continuar en esta aventura ciberespacial.
Papá, donde estés ten claro que todavía te extraño como si fuera el primer día y que en ocasiones no me la creo aún que te has marchado. Mamá te extraña no sabes cómo, y Mauricio y la Yessica También. Te amamos.
Debido a los últimos acontecimientos me he dado cuenta de las gigantescas vueltas que da la vida, que no tenemos ganada nuestra permanencia en la tierra y que somos seres frágiles.
Últimamente me he sentido distanciado de Dios, dudando de su existencia y esas cosas -algo común me explicó una amiga que pasó por lo mismo y que me asegura que pasará- lo que me ha traído más de una discusión con un buen amigo.
Pido sinceras disculpas a aquellos lectores pasivos de mi blog -si es que los hay- y que estaban acostumbrados a los análisis noticioso freak que hacía o a mis estados de ánimo cambiantes y viscerales.
Me he puesto más reflexivo con todos estos acontecimientos y un poquito menos hiperkinético -aunque no se note- y seguro de lo que quiero, mi tesis luego para poder optar a otro trabajo que no me demande estar todos los días pituteando.
Alguien me dijo por ahí, que debía estar atento de las personas que mim padre me pondría en frente, por lo mismo agradezco sinceramente a todos a quienes consideraba mis compañeros de curso y de trabajo que me demostraron con su presencia y afecto su amistad.
Gracias Seba, Miguel, Loreta, Xime, Franco, Marcelo, Paula, Carla, Daniela, Coté, Mario, Fredy, Alexis, Mabel, David, Andrés, Jana y Pamela, en especial a las dos últimas.
En mi trabajo agradezco a los danieles, Chasca, Jorge, Camilo, Ricardo, Robert, Edith, Juan, don Fernando (muchas gracias chono) y a don Víctor, bueno, y a todo el personal del diario que se hizo presente.
Por el Centro de Deportes a la sra. Lucy, Daichi, don Álvaro y al Gerhard.
Ahora último sin perder la importancia que tiene, por toda la buena onda y el cariño que me ha demostrado, a pesar que hemos hablado más por msn que en persona, a la Kathy. Gracias por subirme el ánimo y por las tardes más alegres en la pega por msn.
A todos ellos y por los que me he olvidado les digo que estén tranquilos, ya que hoy no ando bien, pero sé que al final lo estaré.
Prometo que el otro post será más entretenido.
Hasta luego.