Cierto día me decidí firmemente que escribiría, que dejaría de lado esos afanes egocentristas que se esforzaban por llevarme a la pantalla chica. Debía admitirlomi futuro en televisión era incierto. Tan así a como me siento ahora.
Tengo la certeza que me desagrada lo incierto de mi futuro, lo reconozco soy un cobarde en ese sentido aunque últimamente saqué a relucir para muchos mi cualidad más oculta, esa que sólo quienes me conocían la saben: decir las cosas a la cara.
Otro día victimicé a una mujer por eso, trató de disfrazar lo incierto de su vida, de sus relaciones con una fríaldad pasmosa. No me pude abstener, después de 45 minutos de monólogo ininterrumpido le dije perdóname, entiende que trato de no ser grosero contigo, pero no te creo. Ese es el típico cuento de la mujer para que digan "que mujer más decidida".
Aún recuerdo la cara de mis colegas, les estaba perjudicando una jornada de atinar con minas (inclusive yo quería lo mismo) sólo por la convicción a que ya no me guardaré más las cosas.
Bueno volvamos a lo cierto e incierto
Lo cierto es que escribiré un cuento, lo incierto es cómo me quedará, Creo que mi poca adicción a la literatura resultante de un modelo educacional desastrozo me pasa la cuenta.
Lo incierto es que mi trabajo es bueno, pero cierto es que lo tengo.
Personalmente lo cierto es que me asusta lo incierto, pero finalmente debo entender que la vida en sí es incierta, pero hay que vivirla.
Les prometo que escribiré algo, denme tiempo y lo haré....
